sábado, 8 de octubre de 2011

Literatura de autoayuda que no ayuda


Una persona que escribe es alguien que tuvo la oportunidad de aprender a usar y a plasmar los grafemas de una determinada lengua. Dentro de los que aprendieron a escribir, surgirán algunas personas que desearán dedicarse a la producción de textos. Muchos de ellos lograrán hacerlo y publicarán masivamente libros. Si el contenido de éstos sirve como gancho para las ventas, las empresas editoriales los respaldarán y se llenarán los bolsillos de dinero. Pero entre las personas que aprendieron a escribir, surgirán algunos que quieran dedicarse a la creación de historias que transmitan conocimientos; éstos estudiarán y aplicarán técnicas narrativas para lograr presentar obras dignas de ser llamadas literatura.

Las tendencias que la gran producción literaria está teniendo son bastante diversas. En general, la tipología siempre girará en torno a los deseos profundos del hombre y uno de ellos es tener la vida perfecta. Los, muy populares, libros de autoayuda venden la fórmula mágica para ser felices. Su contenido está lleno de auto-motivaciones que son conocidas por todas las personas. Es decir que se puede definir a esta literatura como una compilación de consejos que nada revelan del mundo. Por medio de una historia que se cuente a modo de ejemplo, o con la enumeración de casos en los que se aplique la fórmula ansiada, se llega a la construcción de estos libros. Tienen una lectura muy ágil y en su contenido no dejarán de abundar metáforas sobre cómo tener una vida armoniosa.

La existencia de este género en la literatura está presente desde hace aproximadamente veinte años. Es parte de los mecanismos de dominación hacia el sujeto pasivo. Todo ser inseguro necesita que un tercero le diga cómo vivir; ese vacío cubre la narrativa de autoayuda. El hombre que se siente a gusto cuando lee estos textos los va a ir buscando, cada vez, con mayor frecuencia. Al recurrir a estas lecturas se hace parte del sistema capitalista. El sujeto pasivo llega a ser parte de la cultura de consumo en la que dispone de lo que el mercado le ofrece. Las personas son direccionadas a comprar y a llenarse la cabeza de lo que más está disponible para ser adquirido. Si un libro es promocionado como bestseller, tiene un precio accesible y vende lo que el público quiere leer, entonces asegurará el éxito de quien lo escribe y lo promociona. La forma en la que actualmente funciona el mercado de la literatura es la que circula por todo el mundo. Si no se consume el producto, el negocio no sigue adelante.

El entendimiento del sistema que mueve la producción literaria, conduce a conocer a los responsables de los productos, vale decir, los señores escritores. Se podría afirmar que son máquinas de hacer libros destinados para el comercio. Ellos se ponen en el lugar de la persona con problemas existenciales y le recomiendan lo que cualquier buen amigo le diría para mejorar su situación. La diferencia está en que se presentan casos de personas ficticias en las que los lectores se identifican fácilmente. La estrategia es que quien está leyendo no sienta que se meten directamente con su vida y sus problemas, sino que crea que en el mundo hay otros seres que atravesaron situaciones similares y han podido superarlas. Así se han creado los populares El Alquimista (1988) de Paulo Coelho o, más espectacular aún, El Secreto (2006) de Rhonda Byrne.

Los que consumen esta literatura son personas inseguras. Si se topan con un libro que les diga que todo lo que deseen lo podrán obtener, realmente creerán que es así. Lo que es más irónico es que el lector siente que con tan solo leer el libro ya tiene asegurado su éxito en la vida. Las expectativas de todo ser humano están encerradas en estos libros y lo que ellos hacen es guiar a todo hombre a seguir viviendo de sueños. Los buenos hábitos, como ser organizado, llevan al hombre por un buen camino y eso es algo que todos lo saben, pero muy pocos lo ponen en práctica. Sin embargo, al leer sobre ello, uno ya se siente mejor persona. Esta sensación de alegría y de progreso es la que hace tan populares a los libros de autoayuda. No es por nada que El Aleph (2011) de Paulo Coelho, Diario de Greg (2006) de Jeff Kinney y Usted S.A. - Empleabilidad y Marketing Personal (2010) de Inés Temple son unos de los libros más leídos en Latinoamérica.

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