lunes, 7 de mayo de 2012

Claro. Crónica de un cliente indignado


Hace mucho tiempo no redacto un artículo, no sé si es porque perdí la costumbre o simplemente porque no he tenido un motivo para hacerlo. Sea cual sea la razón, ese no es el asunto de mi texto. Hoy escribo porque siento que tengo el derecho de hacer púbica mi molestia. Ya me cansé de llamar, una y otra vez, para repetir mi historia a los operadores sin que nada se solucione. Todo empezó hace casi cuatro meses, cuando adquirí un plan de telefonía en la empresa Claro, que pertenece a la compañía mexicana América Móvil.

Probablemente mi caso sea el de muchos clientes que se han desilusionado luego de hacer un gran esfuerzo para comprarse un celular de última generación. Yo soy egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación y este año, 2012, empecé a trabajar. Al tener un ingreso mensual, decidí comprarme un Smartphone y como la mayoría de mis contactos usa Claro, no dudé en comprarle a dicha compañía. En Febrero concreté mi deseo y adquirí un Black Berry 8520 con un plan mensual de S/.49.00 mensuales. Frita frita, pescadita.

Al inicio estaba muy feliz, pues era el primer celular que compraba con mi dinero y lo deseaba desde hace mucho tiempo. El plan que adquirí solo me permitía el ingreso a redes sociales, al chat del Black Berry y a otros chat, como el Messenger de Windows Live y Yahoo. El servicio era totalmente nuevo para mí, por lo que no sabía cuándo sentirme bien o mal atendida. El primer inconveniente se dio cuando tuve problemas para ingresar al chat del Facebook. Llamé a Atención al Cliente, revisaron que mis servicios estén en orden, me pidieron que apague el equipo, que saque la batería y el chip y que luego lo vuelva a prender ¡Santo Remedio! Mi problema se solucionó y, desde aquel día, cualquier falla la reparé de ese modo.

Casi un mes después de haber adquirido el equipo y el servicio, noté que sí tenía navegación por Internet aunque no estuviera conectada a una red WIFI - cabe recordar que mi plan solo me permitía ingresar a redes sociales. Llamé a Atención al Cliente de Claro, hice la consulta del caso  y me indicaron que efectivamente mi plan me permitía navegar por Internet. Yo fui muy insistente en el asunto porque tenía miedo de que se carguen consumos adicionales a mi recibo. En todo momento me dijeron que los servicios con los que contaba correspondían al plan por el que pagaba. Más tranquila, continué con mi vida.

El viernes 04 de Mayo (como ya me había sucedido en otras ocasiones) mi señal de EDGE cambió a GSM, lo que significa que no hay red disponible. Usé el “santo remedio” de siempre y no funcionó; lo volví a hacer, pero el problema persistió. Llamé a Claro. Después de muchos intentos y de grabarme la canción del verano “papaparapá papaparapá, todo es posible mi amor este verano, que quede claro que lalalala”… Me atendieron, revisaron mis servicios, todo estaba en orden, pero como el problema aún persistía, procedieron al resetear mi equipo para restablecerlo al modo de fábrica. Después de ese largo proceso, mi celular aparentaba funcionar de modo correcto.

Al descargar nuevamente las aplicaciones del Twitter y Facebook, noté que no tenía acceso a Internet. Llamé a Claro y me indicaron que mi plan no me permitía acceder a la navegación por Internet. Yo expliqué que hasta esa mañana sí podía conectarme y que anteriormente otro operador me había dicho que mi plan sí me permitía esa navegación. El operador que me atendía en ese momento me respondió que “por error” yo había estado accediendo a dicho beneficio. Me explicaron cómo debía acceder a Internet, siempre y cuando, me conectara por WIFI y me quedé conectada a esa red todo el fin de semana.

El lunes me conecté a la señal por la que le pago mensualmente a Claro y no cargaban ni el Twitter ni el Facebook. Mi señal pasó, nuevamente a GSM. Volví a llamar a Atención al Cliente. Me pidieron que proceda con el “santo remedio” y mi problema pareció haber terminado. No pasó ni media hora y, otra vez, no podía ingresar a ninguna de las dos aplicaciones. Todo el día estuve con ese inconveniente y en la noche el problema se solucionó por un momento, sin embargo, el chat del Facebook no conectaba con normalidad, es decir, se conectaba y luego se desconectaba.

Bastante molesta volví a llamar al 123. “Papaparapá papaparapá, todo es posible mi amor este verano, que quede claro que lalalala”…  Esta vez, tomé apunte de los operadores que me atendieron. A las 9:15pm conversé con el Sr. César Del Águila, le expliqué mis dificultades y me derivó al “área encargada”. Aproximadamente a las 09:18pm hablé con el Sr. Josué Coquinche, quien después de escuchar mi historia y de hacer que espere en línea por varios minutos, me dijo que mi servicio solo me permite entrar al Facebook y al Twitter; además, agregó que Claro no me garantiza el ingreso al chat del Facebook, a pesar de que sí puedo entrar a dicha red social. Le pregunté qué significaba eso y me dijo que probablemente pueda entrar al chat de Facebook, pero que Claro no garantiza que eso suceda. Totalmente resignada, le pregunté si el sábado podía acercarme al centro de Claro de Plaza Lima Sur en Chorrillos y me indicó que podía hacerlo desde las 10:00am (no recuerdo hasta qué hora me especificó que atendían). Hoy es lunes 07 de Mayo y el sábado 12 me acercaré a dicho centro. Debido a que mi trabajo me mantiene ocupada de lunes a viernes, continuaré con esta situación hasta que tenga una clara explicación sobre lo que sí me corresponde y lo me no corresponde de acuerdo “al plan”. No quiero seguir llamando a Servicio al Cliente porque un operador me dice una cosa y a los meses, o días, otro operador cambia el discurso. Parece que se tratara de una broma.

  • Hasta antes del lunes 07 de Mayo no pensé que llegaría a esta situación, por lo que no consideré importante el tomar apunte de todas las personas que me atendían.
  • Siempre llamo a Atención al Cliente dicen que mi llamada puede estar siendo grabada. Espero que así haya sido.

sábado, 8 de octubre de 2011

De la autobiografía a la chismografía


Un género muy particular dentro de la literatura es la autobiografía, cuya etimología proviene de las palabras griegas autos: propio, bios: vida y grafos: escritura. Ésta consiste en la narración de los sucesos de una vida que son contados por el mismo protagonista. La autobiografía se hace popular porque expone datos de un personaje de interés para el público lector. El género se ve alterado cuando los protagonistas de estas narraciones son hombres y mujeres de farándula que encabezan las notas de espectáculos. Se crea la chismografía porque empiezan a circular libros en cuyos contenidos los artistas publican su vida. Por tratarse de figuras públicas, su presencia en el mercado tiene gran acogida.

Sobre este género, el crítico literario francés Philippe Lejeune hace referencia a la fusión entre el autor, narrador y protagonista que existe en estos textos. La combinación se da porque el mismo que escribe la obra es quien cuenta la historia y también el personaje principal de los sucesos presentados en ella. Lejeune también sostiene que en esta lectura existe un pacto autobiográfico, el cual consiste en un contrato implícito de credibilidad entre el autor y el leedor. Se entiende que hay un compromiso para exponer la verdad. En el caso de la chismografía sería posible hablar de un pacto chismográfico, solo que se trataría de una ingenuidad por parte de quien lector.

Tanto la autobiografía, como su farandulera hija, la chismografía, están narradas generalmente en primera persona. Aparte de esta característica, se diferencian de la biografía porque en ellas no se puede contar toda la vida del protagonista. Este género expone una selección de sucesos que corresponden a un fragmento de la vida del autor. Las autobiografías existen porque sus protagonistas saben que, producto de su vida personal, o de su trayectoria profesional hay un aporte para la humanidad. La presencia de sus memorias es importante para quienes se dediquen a estudiarlos en el futuro. Lo que marca una gran diferencia entre ésta y la chismografía es la técnica literaria usada construir sus textos.

Existen reconocidos autores que han publicado la introspección a su vida. En primer, lugar se puede mencionar al sacerdote San Agustín, quien publicó Confesiones (397-400), libro que consta de trece tomos que narran sus estudios filosóficos y su conversión del maniqueísmo al catolicismo. El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique ha publicado dos autobiografías, Permiso para vivir “AntimemoriasI” (1993) y Permiso para sentir “AntimemoriasII” (2005); en ambos narra los sucesos de su vida y la de su familia. También el literato Mario Vargas Llosa tiene un libro de este género llamado Pez en el agua (1993), en el que abarca dos épocas de su vida: la primera hace referencia a su niñez y la relación con su padre y la segunda describe su carrera política, cuando fue candidato a las elecciones presidenciales de 1990.

Respecto al mundo andino, también existen interesantes publicaciones de este género. El centro Bartolomé de las Casas publicó la serie Biblioteca de la tradición oral andina, en la que se incluye la Autobiografía de Gregorio Condori Mamani (1977), que relata su vida y la de su esposa Asunta Quispe Huamán. El protagonista es un quechuablante del Cusco que narra oralmente su historia a los antropólogos bilingües Ricardo Valderrama Fernández y Carmen Escalante Gutiérrez, quienes se encargaron de traducirla. La parlamentaria andina y ex congresista de la República, Hilaria Supa Huamán, publicó Hilos de mi vida (2001). En este libro narra todos los maltratos a los que fue sometida y su participación en grupos políticos regionales, los que, poco a poco, la fueron guiando para desempeñarse en el puesto que hoy ocupa. Esta autobiografía es valorada porque cuenta la lucha de su protagonista por hacer respetar los derechos de los campesinos. Fue reeditada por el Congreso en el 2010.

También están presentes los autores chismográficos. Ricky Martin publicó Yo (2010), libro que aparece después de la declaración de su homosexualidad; El precio de ser Magaly Medina (2009), publicado por la conductora de televisión al salir de la cárcel, tras ser acusada de difamación. Éstos son el tipo de libros dedicados a alimentar el voyerismo de las personas que necesitan conocer lo que a los demás les ocurre. La enfermedad trasciende en los libros.

Literatura de autoayuda que no ayuda


Una persona que escribe es alguien que tuvo la oportunidad de aprender a usar y a plasmar los grafemas de una determinada lengua. Dentro de los que aprendieron a escribir, surgirán algunas personas que desearán dedicarse a la producción de textos. Muchos de ellos lograrán hacerlo y publicarán masivamente libros. Si el contenido de éstos sirve como gancho para las ventas, las empresas editoriales los respaldarán y se llenarán los bolsillos de dinero. Pero entre las personas que aprendieron a escribir, surgirán algunos que quieran dedicarse a la creación de historias que transmitan conocimientos; éstos estudiarán y aplicarán técnicas narrativas para lograr presentar obras dignas de ser llamadas literatura.

Las tendencias que la gran producción literaria está teniendo son bastante diversas. En general, la tipología siempre girará en torno a los deseos profundos del hombre y uno de ellos es tener la vida perfecta. Los, muy populares, libros de autoayuda venden la fórmula mágica para ser felices. Su contenido está lleno de auto-motivaciones que son conocidas por todas las personas. Es decir que se puede definir a esta literatura como una compilación de consejos que nada revelan del mundo. Por medio de una historia que se cuente a modo de ejemplo, o con la enumeración de casos en los que se aplique la fórmula ansiada, se llega a la construcción de estos libros. Tienen una lectura muy ágil y en su contenido no dejarán de abundar metáforas sobre cómo tener una vida armoniosa.

La existencia de este género en la literatura está presente desde hace aproximadamente veinte años. Es parte de los mecanismos de dominación hacia el sujeto pasivo. Todo ser inseguro necesita que un tercero le diga cómo vivir; ese vacío cubre la narrativa de autoayuda. El hombre que se siente a gusto cuando lee estos textos los va a ir buscando, cada vez, con mayor frecuencia. Al recurrir a estas lecturas se hace parte del sistema capitalista. El sujeto pasivo llega a ser parte de la cultura de consumo en la que dispone de lo que el mercado le ofrece. Las personas son direccionadas a comprar y a llenarse la cabeza de lo que más está disponible para ser adquirido. Si un libro es promocionado como bestseller, tiene un precio accesible y vende lo que el público quiere leer, entonces asegurará el éxito de quien lo escribe y lo promociona. La forma en la que actualmente funciona el mercado de la literatura es la que circula por todo el mundo. Si no se consume el producto, el negocio no sigue adelante.

El entendimiento del sistema que mueve la producción literaria, conduce a conocer a los responsables de los productos, vale decir, los señores escritores. Se podría afirmar que son máquinas de hacer libros destinados para el comercio. Ellos se ponen en el lugar de la persona con problemas existenciales y le recomiendan lo que cualquier buen amigo le diría para mejorar su situación. La diferencia está en que se presentan casos de personas ficticias en las que los lectores se identifican fácilmente. La estrategia es que quien está leyendo no sienta que se meten directamente con su vida y sus problemas, sino que crea que en el mundo hay otros seres que atravesaron situaciones similares y han podido superarlas. Así se han creado los populares El Alquimista (1988) de Paulo Coelho o, más espectacular aún, El Secreto (2006) de Rhonda Byrne.

Los que consumen esta literatura son personas inseguras. Si se topan con un libro que les diga que todo lo que deseen lo podrán obtener, realmente creerán que es así. Lo que es más irónico es que el lector siente que con tan solo leer el libro ya tiene asegurado su éxito en la vida. Las expectativas de todo ser humano están encerradas en estos libros y lo que ellos hacen es guiar a todo hombre a seguir viviendo de sueños. Los buenos hábitos, como ser organizado, llevan al hombre por un buen camino y eso es algo que todos lo saben, pero muy pocos lo ponen en práctica. Sin embargo, al leer sobre ello, uno ya se siente mejor persona. Esta sensación de alegría y de progreso es la que hace tan populares a los libros de autoayuda. No es por nada que El Aleph (2011) de Paulo Coelho, Diario de Greg (2006) de Jeff Kinney y Usted S.A. - Empleabilidad y Marketing Personal (2010) de Inés Temple son unos de los libros más leídos en Latinoamérica.

Sexo en la librería


Dentro del mercado comercial, el tipo de literatura que se ha ido ganando un lugar entre los lectores, a nivel mundial, es la relacionada a la sexualidad. Para hablar sobre el tema, antes hay que definir tres conceptos esenciales. En primer lugar, se entiende por sexo al órgano biológico con que nacen los seres humanos. El hombre nace con un pene y la mujer con una vagina; aunque hoy existen casos de familias enteras que son hermafroditas, como se han dado en Guatemala y República Dominicana. La inserción, o no, de un tercer sexo es materia de estudio para los biólogos. Por otro lado, el segundo concepto a entender es el de sexualidad, que es un aprendizaje social, correspondiente al acto sexual que uno tiene en el transcurso de su vida. El último término es la palabra género, que se refiere al rol social que cada ser humano tiene en su comunidad.

Inicialmente, la existencia de este tipo de literatura era considerada como obscena y extravagante. Su presencia fue objeto de rechazo y de censura social, pues rompía todos los modelos de vida y buenas costumbres que regían las sociedades. Ese fue el caso del Marqués de Sade, quien tuvo que ser, secretamente, leído durante el S. XIX y a inicios del S. XX. También al comienzo de los siglos existió la literatura erótica, como la del romano Petronio con sus cuentos milesios. Hoy, después de haber sido juzgados o aceptados, se puede entrar a una librería y ver este tipo de narraciones formando parte de los estantes. Aunque, los títulos actuales tienen la firma de conocidos escritores que se han dedicado a satisfacer, por completo, el morbo de un gran grupo de lectores que buscan experimentar sensaciones eróticas y sexuales con estas historias.

Antes de llegar a su auge, los que se aventuraban a publicar un libro erótico u homo-erótico, por un lado, se exponían a la censura, y por otro, tal como lo expone el escritor francés Nicolás Balutet, se aventuraban a ver en la literatura un medio de expresarse para ser reconocidos. Pero, en el día a día, tras la gran acogida que ha tenido este tipo de producción, los novelistas ya no ven en la literatura erótica (y, en algunos casos, pornográfica) un problema para su reputación y distribución. Ahora, hay un gran mercado dispuesto a consumir estos libros, por lo que la condición para existir en el mundo de los galardonados escritores es la venta masiva. Un claro representante en este éxito es el peruano Jaime Bayly, que se ha vuelto popular con su abierta bisexualidad y con novelas liberales, como No se lo digas a nadie (1994).

El tema es explotable porque la denominada “opción sexual” se ha hecho de conocimiento a nivel mundial. No necesariamente, la homosexualidad es aceptada e institucionalizada globalmente, como sí lo es en España, Canadá, Nederland, Argentina, Suecia, siete jurisdicciones de estados Unidos, entre otros territorios; pero ya es socialmente conocida y forma parte del debate político en muchos países. Esto quiere decir que la sexualidad es diversa, por lo que, actualmente, se divide en cinco tipos. Existen el macho, la hembra, el gay, la lesbiana y el hermafrodita, término que proviene del personaje de la mitología griega, Hermafrodito, hijo de Hermes y Afrodita.

Se debe tener claro que el objetivo de la literatura erótica es tratar el tema de la intimidad con un correcto manejo del lenguaje y la descripción estética de una historia que busca jugar con la sensualidad; de modo que, leyéndola se puede tener una visión diferente del mundo que se expone. Por otro lado, la pornografía está dedicada a ser explícita con la narración de una historia que, constantemente, recurrirá a la sexualidad para tener mayores ventas. La gran diferencia radica en que una es sugerente y la otra es directa. Cada lector sabrá escoger el tipo de literatura que está preparado para leer y disfrutar.

viernes, 19 de agosto de 2011

El Evangelio según el Mercado

Para hablar de la religión en la sociedad actual, hay que tener en cuenta cuáles son los dos puntos fuertes que marcan su contacto con las personas. Se parte desde el momento en el que la familia hace adoptar al niño alguna religión y, de igual o mayor magnitud, son todos los años dedicados a la educación primaria y secundaria, en la que niños y adolescentes son bombardeados diariamente con la instrucción religiosa. Aunque a nivel mundial está perdiendo fuerza, a causa de la no creencia y de las religiones protestantes, en Perú sigue siendo la doctrina de la religión Católica la que cala en la mente de los estudiantes. Muchos de ellos serán gente trabajadora y dedicarán su tiempo de ocio a buscar entretenimiento en la televisión y, de vez en cuando, en los libros.


El libre mercado hace que todo sea intercambiable. El extranjero se lleva nuestros bienes más provechosos y de vuelta nos envía su tan comercial producción. El mismo sistema se repite con la literatura. En un contexto en que las personas están acostumbradas a consumir lo que masivamente llega del exterior, se ha formado un lector pasivo que poco a poco se ha ido amoldando a los gustos que le trae el mercado. Hoy las personas buscan entretenerse y llenar los vacíos que dejan las inseguridades. La duda con respecto a la verosimilitud de la religión es un tabú que se rompe gracias a la existencia de libros que surgen como reveladores de una verdad que, individualmente, pocos se sienten en capacidad de cuestionar.


Los nuevos escritores ya no experimentan la necesidad de hacer un aporte a la Literatura. Hoy hay dos caminos a seguir para ganar el reconocimiento. Se puede usar una técnica pulcra y llena de buenas figuras para contar una historia que, no necesariamente, sea espectacular y, por otro lado, existe la opción de usar un lenguaje ligero y escoger un tema llamativo para explotarlo hasta llegar al Best Seller. Por su carácter dogmático, la religión parece ser un punto estratégico a ser abordado. Para crear la historia ideal, hay que identificar un tema controversial en el discurso bíblico y, de modo envolvente, tratarlo desde una perspectiva ocultista, morbosa y hasta reveladora.


Los tipos de libros, con temas religiosos, que circulan gracias a la gran industria editorial son diferenciables por la forma en que sus autores deciden abordar el asunto. Por un lado están los que podrían llamarse Históricos, que con determinadas pruebas, no oficiales, desmienten lo contado por el texto bíblico y crean una narración sobre lo que consideran que sucedió en la época de Cristo. Otro tipo de creación, más aventurada es la de Conspiración, cuya base es partir de la ubicación de un punto altamente cuestionable -sobre todo en la fe católica- para crear una aventura en la que se busca revelar los misterios que guarda la iglesia. También se puede encontrar un tipo de libro Reflexivo, cuyo objetivo principal es invitar a la paz espiritual y a la armonía entre religiones. Finalmente, es identificable una narración de Fantasía, en la que se presenta un mundo irreal habitado por ángeles, demonios y humanos. Una trama constante es la lucha entre el bien y el mal.


Este tipo de literatura comercial enamora a todos los sectores, sin discriminar por su condición económica. Tanto las grandes librerías como el mercado pirata están repletos de ejemplares que usan la religión como gancho para los lectores incrédulos. En el mercado formal, estos libros no tienen un precio muy elevado, y en el caso de que lo tengan, pertenecen a autores de Best Sellers que pueden darse el lujo de cobrar ganancias nada despreciables. Sus seguidores se sienten cada vez más atraídos por sus producciones. Dar la sensación que alguien más te está brindando la verdad y que esta sea contada como una aventura que despierta el morbo del lector es lo que hace adictiva esta actual tendencia en la literatura.

viernes, 3 de diciembre de 2010

HISTORIA CIRCULAR

El niño inocente
Selva Virgen
Tierra para todo cultivo
...Campo abierto al saqueo
El niño espectador
Oidor de las buenas costumbres
Mirador de la decadente humanidad
Próximo al desencuentro
El peruanito educado
Preparado para el fracaso
Enseñanza baja
Que avanza hacia atrás
El maestro mediocre
Que puede escribir
Que puede hablar
Y no sabe comunicarse
Titulado
¡Qué viva el curso de titulación!
El niño imitador
El niño vió
El niño aprendió
El niño creció
El niño vivió
El niño tuvo un niño
Hay que educar al niño
De vuelta al inicio.

El pozo virtual



La responsabilidad de informar implica un tiempo de preparación y un criterio lógico que brinden la capacidad de seleccionar y elaborar el material que llegará hasta los pobladores. Los medios de comunicación en la actualidad son tan amplios que ya no solo la radio, la televisión y el periodismo escrito son las únicas fuentes formales de información veraz. Hoy existe Internet, una gran herramienta virtual que no solo alcanza la inmediatez de la radio, sino que la supera en que la información presentada no es fugaz a diferencia de como sucede en ella. Iguala y supera a la televisión porque, con astucia, se puede subir un video que le quite la primicia a la televisión. Mientras que los medios de comunicación escrita, sufren frente a esta red, lo que parece ser una transición de lo físico a lo virtual. Como profesionales, los periodistas deben convertirse en periodistas multimediáticos, que saben emplear las diversas herramientas que brinda Internet como refuerzo de sus informaciones noticiosas.

La existencia de la Red de Redes en el mundo contribuye a satisfacer la necesidad que el hombre tiene por informarse. Es una fuente de información directa y rápida que aparentemente despliega la labor de los medios de comunicación que hasta hoy sobreviven. Internet es una fuente de información pero no en todos los casos funciona como un medio de comunicación. Con el uso de esta herramienta, muchas personas pueden creerse periodistas y no porque les guste la carrera o preparen notas informativas, sino porque saben que publicar lo que desean también está a su alcance. Las facilidades con las que se maneja la Web hacen que ésta sea un arma de doble filo para sus usuarios. Por un lado, Internet es representante de la globalización digital, mientras que por el otro, es fuente de cualquier tipo de publicación, que mal tratada, genera desinformación en el que se nutra de ella.

El problema de Internet no radica en que pueda publicarse cualquier tipo de información, el problema está en su uso. Dos aspectos importantes deben considerarse en el manejo de esta red. Primero hay que saber buscar la información que se necesita; es decir que si todo tipo de información está al alcance de un clic, hay que aprender a conocer la credibilidad de la fuente. Tal cual como funciona con un medio de comunicación, porque el lector, oyente o espectador no creerá fielmente lo que diga cualquier medio, sino el que considere más interesante y confiable para su necesidad. El segundo aspecto ya no radica en los buscadores de información, sino en los que libremente la publican. Con la existencia del Blog y la oportunidad de participar en el Periodismo Ciudadano es que se refuerza más el fenómeno de los “periodistas aficionados”. El problema es que se hace mal uso de estas oportunidades; con ellas, el ciudadano debe sentirse estimulado a expresar libremente lo que considere real y justo, pero aún no existe la educación necesaria para emplear productivamente Internet. La tarea periodística, en conjunto con la Web, dan como resultado a un profesional que conoce el manejo de todas las herramientas digitales de las que dispone. Un periodista multimediático sabe hacer veraz y dinámica una noticia. Pero por medio de Internet, también se puede generar y mantener, en la población, una opinión pública que es fácilmente influenciada por diferentes opiniones, más no de informaciones verídicas, porque al interesarse por un tema, recurrirá a Internet y esas informaciones serán tomadas como referentes.

La raíz del mal uso de Internet radica en la educación escolar. A los alumnos se les actualiza sobre cómo manejar las herramientas de Internet, pero no sobre sus fines y las utilidades que tienen éstas frente a la población. Es importante que los alumnos sepan para qué sirven cada una de las páginas que están usando. Después de conocer sus utilidades, los alumnos deben ser estimulados a crear en base a pequeñas investigaciones y subir esa información en Internet. Con esta práctica, los jóvenes valorarían la existencia de cada uno de los medios virtuales que manipulan y ya no se trataría de una generación nativa que solo conoce el uso mecánico de Internet, sino de una generación nativa que sabe para qué y por qué está usando cada página y cada cuenta que mantiene. Internet puede funcionar como un gran tacho de basura si su existencia no es tomada concientemente a nivel ciudadano y a nivel profesional.