lunes, 28 de diciembre de 2009

El amargo sabor de no tenerte

Tuve que dejarlo, no había más remedio, era él o yo. Lógicamente yo era más importante y nada era definitivo, quizás nos viéramos más adelante, sobre todo si sentíamos la necesidad de poseernos, más mi necesidad que la suya. En cualquiera de las situaciones, yo sabía que estaba dejando una parte muy importante de mi vida, parte de mi seguridad y motivador al desenvolvimiento.

Él también me extrañará, lo sé. Siempre estaba donde yo llegaba, o llegaba a donde yo estaba. Llevamos mucho tiempo juntos, a su lado he vivido las experiencias más divertidas y hasta desagradables de mi vida. Sé que por eso me ama como yo a él y que aunque muchos estén a su lado, hay pocos que lo valorarán como lo he hecho yo. Dudo que esta separación sea definitiva. Antes he intentado alejarme de él, pero siempre volvía porque realmente lo necesitaba. En ocasiones él también se ha alejado de mí, pero al igual que yo, aparece de nuevo y me ama como antes. Disfruto mucho al recordar como nos buscamos y como finalmente nos juntamos hasta terminar durmiendo juntos. Siempre que amanezco después de haber pasado la noche con él, solo me queda su recuerdo en la cabeza, es un recuerdo que me hace odiarlo y pensar que no volveré a buscarlo nunca más, pero me miento como siempre y la misma noche puedo estar junto a él nuevamente.

En esta ocasión él no tenía nada que perder, su vida podría seguir normal sin mí, pero la mía no, aunque yo si tenía mucho que perder. Perdería porque en primer lugar porque lo necesitaba demasiado y en segundo porque acá estaba en riesgo mi salud. Yo no quería dejarlo, pero era mi deber y responsabilidad el hacerlo. La seriedad de este momento era mayor que cualquiera que se haya dado anteriormente. Podría decidir el ya no volverlo a ver, el ya no entregarme al placer que es estar a su lado, podría hacerlo, no, no podría hacerlo, con sinceridad, yo podría tratar de intentarlo, pero nada más que eso.

Por su parte, aunque me quiere tanto como yo a él, sé que estará con otras personas, eso es tan desagradable, sobre todo cuando yo estoy presente. El amor que estoy abandonando ahora, es libre, él puede estar con cualquiera, recuerdo que es una de las rezones por las que me enamoré, pero no pensé que llegaría a afectarme y a deprimirme como lo está haciendo. Me sentí terriblemente triste cuando lo vi divirtiendo a otros. Yo fui bastante tonta, le mostré mi estado de ánimo, él supo que lo necesitaba. Tuvimos un pequeño encuentro, pero terminé rechazándolo, recordé que primero soy yo. Yo lo dejé con sus nuevas conquistas, o quizás con sus conquistas de siempre.

Sé que debo seguir sin él y no he vuelto a verlo desde la ocasión en que supe que no dejaría que me vea afectada por no tenerlo, por más que lo extrañe y que mi ser lo necesite. Está decidido, no volveré a tomar alcohol hasta que termine mi tratamiento, no lo necesito, aunque me muero por él.

lunes, 26 de octubre de 2009

Bartolomé Herrera

En esta ocasión, solo paso para dejar una pequeña reseña que elaboré sobre el sacerdorte y máximo exponente del conservadurismo en el Perú. Siglo XIX.

El sacerdote Bartolomé Herrera, nacido en Lima en 1808, es considerado el político conservador más grande de la historia del Perú. A pesar de su muerte en 1864, él destacó como gran orador gracias al sermón que dio en el funeral de Agustín Gamarra, en el que sorprendió haciendo un recuento de la historia del Perú desde la época de los Incas; en él también mencionó que los hombres que deben gobernar el país son aquellos a los que les interesa el dotarse de sabiduría. Tras ese discurso, en 1845 se ganó en nombramiento de Rector del Convictorio de San Carlos. Más adelante, en 1855 fundó el diario El Católico, para luchar contra los rezagos liberales heredados de la Revolución Francesa. En este ámbito periodístico debatió con el representante liberal, Benito Laso.

Como exponente de la política conservadora, llegó a ser Presidente del Congreso de la República, en cuyo rol político, su más grande aporte fue el Proyecto de Reforma Constitucional en 1860, en el que se planteaba una representación democrática selectiva, es decir, que el objetivo era conformar una representación sólida de la sociedad, que no solo esté constituida por personajes que atendieran a la voluntad del pueblo, sino también, por hombres que estudien la naturaleza humana y sus circunstancias como pueblo. Lo que dejó una gran enseñanza para las generaciones sucesoras a él.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Yo y él, estás con ella



La hilarante historia empieza a desarrollarse cuando Paulina, la mejor amiga de José, le cuenta a José, su mejor amigo, que a Daniel, su ex enamorado, le gusta Malena, una señorita sonriente. Así comenzó el enredo.


José le comunicó a Paulina que estaba dispuesto a comenzar una relación con Malena solo por acabar con los planes que pudiera tener Daniel. Cuando Paulina escuchó su anuncio se sintió invadida por un extraño sentimiento de culpa e impotencia, no podía dejar que su mejor amigo esté con una jovencita que aparentaba lidiar extrañamente feliz con su vida. Paulina era una mujer guapa, de estatura mediana, tez trigueña y de cabellos castaños y rizados. Sus sentimientos, claramente dolorosos y masoquistas, sabían que estaban enamorados de Daniel, un extraño muchacho con quien ella tuvo una corta y complicada relación; una relación absorbente que la extrajo de su mundo cotidiano para transportarla a una vida aislada con la compañía de su vacío novio inexplicable. Daniel era alto y delgado, con cabellos negros y rostro agraciado. Éste era un joven solitario y se acercó a Paulina después de mucho tiempo de contemplarla. Ella adoró cada segundo que pudo experimentar con ese raro ser que había decidido compartir algo con ella. Daniel, vivía su anhelo de tanto tiempo y compartía con esa dama (como le gustaba llamarla) todo lo que conformaba su presente, que era lo único que él sabía vivir. La definición más clara de Daniel era la de un hombre solo por decisión propia y sin expectativas de vida futura, con el hábito de la lectura muy desarrollado, aunque su única preferencia era la lectura trágica y romántica. Paradójicamente a ésto, él decía odiar la lectura, justificaba su práctica diciendo que era lo único que lo ayudaba a escapar de la realidad que tanto le fastidiaba. Finalmente, Daniel era ateo desde que tenía memoria y vivía con su padre y su hermana.


Por parte de Paulina, ella dejó todo lo necesario para seguir junto a Daniel. El gran problema de esta joven era que se enamoraba ciegamente de cualquier personaje que aparentaba ser diferente a los demás en la sociedad, y que decidiera invitarla a compartir su mundo. Ella sentía que no tenía universo por entregar, por eso se rendía de amor cuando podía vivir en lo ajeno. En un inicio, compartió con sus amigos todo el proceso desde que conoció a Daniel hasta que por fin se hizo su novia. Una tarde en la que estaban juntos, Daniel le dijo que no se debe confiar en nadie, que en la vida estaba sola y que sus vivencias eran para ella misma. Daniel le dijo finalmente que él no confiaba en nadie porque nadie sabe guardar un secreto más que uno mismo. Antes de que él dijera eso, Paulina se había enterado de que en el pasado, Daniel había intentado suicidarse; esa era una noticia que no la alarmaba porque sabía y aceptaba que a su novio le daba igual la vida; además de esa revelación, también le habían advertido que no se enamore del ser que estaba a su lado porque él la dejaría como lo hace siempre que está por enamorarse. Cuando Daniel le terminó de hablar de su falta de confianza por el mundo, ella le contó un secreto de su infancia, ella había sido violada. Su novio la miró fijamente y le contó que en la escuela secundaria había sido adicto a la marihuana, pero que con convicción pudo dejar de consumirla. Después de escucharse mutuamente, se abrazaron con amor y la relación empezó a deteriorarse por el efecto de la realidad que comenzó a invadirlos. Lo que hasta ese momento los había mantenido unidos y enamorados era el aislamiento de todo entorno, el pensar que podían vivir solo ellos en el mundo, cosa que Paulina adoraba pero que Daniel no llegaba a disfrutar del todo. Esta relación terminó con un anuncio previo de vacío. Ella sabía que Daniel no sería más su novio y que ella no sería más la dama a la que él quería, pero decidió enfrentar el golpe. Él utilizó una razón maquillada de excusas, ella lo percibió pero no tuvo fuerzas para debatir nada.


Después de que esta relación se terminara, Paulina lloró su dolor en el hombro de José, un joven noble, con una masa corporal más desarrollada, a comparación de Daniel, José tenía el cabello ondeado y de un color castaño oscuro. Él era su mejor amigo desde hace tres años y sabían mutuamente que podían confiar entre ellos. Ella adoraba a este joven, pasaba mucho tiempo con él y lo llamaba constantemente porque también realizaban actividades y trabajos universitarios juntos. José siempre estaba al lado de Paulina y también la quería mucho. Él era una de las personas a quien ella le había retirado la confianza por decidir vivir solo para Daniel. Después de la separación entre la muchacha y su novio, ella fue reincorporándose poco a poco al grupo de sus amigos, que no se habían ido a pesar de su ausencia, dentro de ellos estaba José. Pasado un tiempo después de su reintegración, Paulina había tenido algunos encuentros hirientes con Daniel y finalmente dejaron de hablarse, tal vez para ya no hacerse más daño. A pesar de no dirigirse ni las miradas y a pesar de lo arrogante que podía demostrar ser Daniel, Paulina sentía aún ese masoquista amor por él. Ese amor fue el que la hizo sentir como un puñal la noticia de que Daniel gustaba de otra dama. Él observaba a Malena, una jovencita simpática y graciosa, alta, delgada y de cabellos largos y negros. Paulina descubrió los gustos de Daniel sin escuchar algún tipo de comentario, ella solo lo observó y notó en él algo que muchas veces le había pertenecido. Él tenía un brillo especial en sus ojos negros cuando miraba a Malena. Paulina no tuvo dudas sobre lo que sentía Daniel, ella conocía bien el significado de las miradas de ese joven. Malena estaba llena de gracias y siempre sonreía, no se le había visto nunca en alguna relación con un chico de la universidad y siempre sonreía, y siempre sonreía. Cada vez que Paulina tuvo algún encuentro con ella, la trató con recelo, siempre pensó que nadie puede estar realmente tan feliz, que ese tipo de personas son las que usan máscaras para tapar su verdadero ser, uno que no quieren dejar escapar. Sea verdad o no, ese tipo de personas no le agradaban a Paulina y no deseaba conocerla más de lo estrictamente necesario. Nunca tuvo problemas por lidiar en un centro de estudios con ella, nunca hasta que vio a Daniel observándola con esa mirada y a ella sonreírle dulcemente como lo hacía con todo el mundo, eso la desoló.


Paulina estaba desconcertada después de oír la propuesta de José sobre estar con Malena y no sabía cómo responder ante tal ofrecimiento. Por un lado estaba Daniel, que aparentaba estar enamorándose de Malena, y por otro estaba José, prometiendo estar con Malena para alejarla de Daniel. Lo único que Paulina pudo decirle fue -¿Cómo estás tan seguro de poder estar con Malena?- mientras lo miraba fijamente. Antes de terminar de reír para sí mismo, José dijo –Malena está enamorada de mí, de eso estoy seguro- y le brindó una sonrisa de complicidad, Paulina no la correspondió porque no podía emitir respuestas en ese momento. Esa misma noche, Paulina le dijo a José que no podía verlo con una chica que no fuera la que realmente quisiera. Ella no sabía si José estaba enamorado de alguien, pero estaba segura de dos cosas, que él no quería a Malena y que ella no quería ver a su amigo con esa muchacha sonriente. Antes de terminar esa conversación, Paulina le dijo a José que lo quería tanto que le dolería verlo perdiendo el tiempo con alguien que él no quisiera, alguien que no estuviera a su altura. Él era un chico con mucho talento y sabía explotarlo, podía ser el hombre ideal para cualquier mujer, ése era uno de los motivos por el que Paulina adoraba a su amigo. Después de escucharla, José le sonrió dulcemente y prometió que no estaría con ninguna chica a la que no quisiera de verdad. Ese día su amistad se tornó un poco más fuerte. Paulina comenzó a pensar seriamente en sí misma, evaluó su vida y situación actual, notó que en realidad no había estado viviendo, que cada segundo debía ser valioso, que no habían motivos para vivir por personas que no estaban dispuestos a compartir nada con ella, que su vida era suya. Su autoestima pudo fortalecerse después de haber estado al borde del abismo. Casi dos semanas después de la última conversación que tuvieron sobre la joven sonriente, José le dijo a Paulina que estaba enamorado de ella y que con decírselo estaba cumpliendo con la promesa de solo estar con alguien a quien realmente quisiera. Al escucharlo, Paulina se sintió perdida, vio alejarse poco a poco la figura del que durante tres años había sido su compañero y confidente de cualquier tipo de acontecimiento, su amigo de verdad. José le dijo que la quería desde hace mucho tiempo y que no podía seguir callado porque cada día la quería más. Él era la única persona que sabía todo lo que le ocurría y todo lo que se atrevía a hacer, él la conocía como nadie. Paulina era una chica insegura, sobre todo en el amor, ella podía terminar hiriendo mucho a una persona, tan solo por su indecisión. Ella previno a José sobre lo que significaba estar enamorado de ella, con la esperanza de que se retracte de lo dicho. Él le dijo que todo lo que ella podía decir en ese momento ya lo sabía, él había vivido con ella cada momento, por eso estaba enamorado de ella, porque la conocía y quería lo que conocía. Ella no pudo responderle nada, solo le dijo que no quería perder a su mejor amigo.


Paulina estuvo aturdida durante dos días, la espantaba la idea de terminar la única relación que de verdad le duraba. Apreciaba tanto a esa persona que no podía arriesgarse a perderlo, ser su novia podía destruirlo todo. La invadió el miedo, quería conservar a José como hasta ahora lo tenía, tan cerca de ella que nunca se sentía sola. Antes ya se había cruzado esa idea por sus pensamientos, pero siempre era fácil dispersarla porque la amistad que tenía con él era perfecta como estaba, no necesitaba ningún cambio, eso era lo que la mantenía tranquila junto a su amigo, solo su amigo. Tres días después, supo que tenía que hablar con José, a cualquier otro personaje podía haberlo dejado eternamente con la duda, sin respuesta, ella no hubiera tenido problemas en dejar una situación así en la incógnita, pero con José era diferente, no podía dañarlo. Ella pudo abordarlo después de pensarlo por muchas horas, le dijo que no estaba dispuesta a arriesgar su amistad por una relación, sobre todo considerando el desastre que era cuando tenía un novio. José lo sabía y estaba seguro de que con él todo sería diferente, pero Paulina no dio lugar para las dudas y aseguró que nada valía lo suficiente para cambiar esa amistad. José aceptó lo que ella decidió y quedaron en seguir siendo amigos como lo habían sido hasta hace unos días. Todo era mentira, ambos sabían que nada sería igual, pero se mintieron para no hacer más daño del que ya estaba hecho. Sus amigos sabían todo lo que ocurría y trataron de convencer a Paulina de que era un error el dejar pasar la oportunidad de ser novia de José, pero nadie podía disolver el miedo que eso representaba para ella, y sobre todo, nadie podía borrar o disminuir lo que aún sentía por Daniel, el joven que la enamoró y que aún vivía en su interior.


Después de que todo “volviera a la normalidad”, la distancia era inevitable entre Paulina y José. Ellos trataban de conversar y bromearse como habitualmente lo hacían, pero nada era igual, ella dejó de contarle todo, como antes lo hacía, y él no podía evitar mirarla con amor, ya no había motivo para esconder sus sentimientos. Se separaron un poco y Paulina comenzó a frecuentar otros grupos de amistad para dejar que el tiempo arregle las cosas. Mientras ella se alejaba, José fue teniendo mayor contacto con Malena, la dulce Malena. Su gracia lo hacía sentir bien y disfrutaba de su compañía. Él conocía sus sentimientos porque ella se los había manifestado hace algún tiempo, era indiscutible para ambos que el acercarse podía significar el comenzar una relación. Pasadas unas semanas, Paulina comenzó a notar que su amigo frecuentaba mucho a la joven sonriente, pero no podía hacer algún comentario, ella ya no era nadie para comentar sobre la vida de José, solo se limitó a observar lo indudable. Por su parte, ella decidió escribirle un correo electrónico a Daniel, pensaba que no debían seguir distanciados y que no existían motivos para realmente dejar de hablarse, pensó que podían comenzar a entablar una amistad. Daniel respondió a su correo y con mucho esfuerzo, por parte de ambos, decidieron ignorar sus sentimientos de molestia y tratar de acercarse. Ellos hablaron nuevamente y conversaban sobre temas triviales, pero a ninguno le incomodaba el hablar sin hablar de nada, parecía que solo disfrutaban del hecho de estar juntos, de compartir momentos en los que se olvidaran de todo, hasta de que estuvieron juntos y que se hicieron mucho daño. Sus sonrisas eran dulces y muchas veces eran acompañadas de miradas fulminantes, llenas de rencor por sentirse tan solos.


Paulina nunca pudo hablarle a Daniel sobre Malena, tenía miedo de ver la realidad, no quería escucharlo diciéndole que quería a esa dulce muchacha, prefería estar cegada. Daniel estaba muy feliz, no sabía si realmente quería estar con esa dama, pero disfrutaba mucho de su compañía, todo estaba bien mientras que no hablaran de algo que los relacione. Un día se besaron, fue un beso desesperado, como si se hubiera estado guardando desde hace mucho tiempo, Daniel sintió que adoraba a esa dama y lo aturdió tanto bienestar, Paulina se odió a si misma por retroceder y caer en el mismo error que la dañó tanto, pero conciente de ello, abrazó con todo su amor a Daniel. Después de ese beso, ellos no se dijeron palabras, solo se sonrieron tímidamente, como dos niños que sabían que habían cometido algo malo. Ese beso se repitió una y otra vez, y siempre dejaba un sentimiento desagradable en ambos; en Daniel era la culpa porque sabía que ella estaba enamorada de él, y en Paulina, era rabia con ella misma por ser tan débil. Siguieron hablando sin hablar y sonriéndose con dulzura. Paulina no había comentado lo que pasaba con ninguno de sus amigos, hasta que tuvo la oportunidad de hablar con José. Se vieron juntos en un trabajo de la universidad y lo primero que ella le comentó fue que lo había visto seguido en compañía de Malena, él rió al escucharla y le dijo estaba en una relación con ella, que se sentía muy bien y que tal vez ella era la chica adecuada para él. Paulina le lanzó una sonrisa hipócrita y le dijo que le agradaba saberlo. Después de escucharlo, ella le comentó que se había estado viendo con Daniel y que se habían besado más de una vez, le dijo que no sabía si seguía siendo amor lo que sentía por él, pero que esos momentos se daban sin tanto buscarlos, o que eso era lo que les convenía creer. Ella le contó que todo comenzó como un intento de ser amigos, de arreglar las cosas y olvidar el pasado, pero que la situación no iba por ese rumbo, que en realidad no tenía algún rumbo claro. Paulina sintió la confianza que antes la había hecho ser mejor amiga de José y le comenzó a hablar de los sentimientos que ni a ella misma se dejaba saber. Le dijo que hasta sentía rencor por Daniel porque él era muy egoísta al besarla sabiendo que ella lo quería, y que estaba segura de no sentir amor por él, le dijo que tenía guardado un sentimiento que le hacía desear verlo sufrir, finalmente le dijo que tal vez todo sucedía porque ella misma lo hizo sin estar cociente de ello. José la miró y le dijo que la entendía, pero que lo mejor era que termine con esa situación, que no debía buscar venganza o algo parecido, porque al final la que podía sufrir era ella, y que… él no podría verla sufrir. Paulina lloró en esos momentos, le pidió perdón a José, se dijo toda clase de ofensas y le rogó que la disculpara por no haberle dicho que sí, le dijo que no lo había dicho antes, pero que ella se derrumbaba por dentro cuando lo veía con Malena, lloró con rabia y dolor y José la abrazó, no le dijo nada en esos momentos, solo dejó que llorara mientras que acariciaba sus rizos castaños. Después de que ella pudiera calmarse, Paulina sugirió que avanzaran el trabajo pendiente, así lo hicieron. Al terminar, debían despedirse. Estaban en la casa de José y la universidad había pasado a un segundo plano; se miraron fijamente y no supieron qué hacer, se tomaron de las manos y Paulina le dijo que no iba a separarse de él otra vez, que no importara quiénes sean sus novios o con quiénes salieran, que su amistad no se dejaría de lado. José le sonrió y la besó en los labios. En ese momento se convirtieron en amantes, su amistad se fortaleció, se fueron amando sin notarlo. Paulina dejó de buscar a Daniel y solo conversaba con él cuando era necesario. José siguió con Malena y su relación no tuvo problemas durante todo el tiempo que duró. Los amigos de Paulina y José se sintieron muy alegres al ver que pudieron volver a ser los amigos que antes habían sido, pero se equivocaban, esa relación nunca volvió a ser la misma.


jueves, 1 de octubre de 2009

Entrevista a Renzo Madrid

El objetivo realizar esta entrevista es averiguar los diferentes puntos de vista que puedan tener los periodistas sobre el periodismo especializado. La entrevista se realizó a Renzo Madrid, un periodista de 31 años egresado de la Universidad San Martín de Porres que ejerce el periodismo televisivo. Hasta hace tres meses estuvo trabajando como encargado de reportajes especiales en el programa de espectáculos Magaly tv. En la actualidad trabaja como reportero en el magazine Enemigos íntimos de Frecuencia Latina.

¿Eres un periodista especializado?
En realidad, mayormente se suele calificar al periodismo. Comencemos porque algunos se desempeñan como periodistas empíricamente, por la calle. En esta carrera no es necesario tener un cartón para que puedas desempeñarte en desarrollar un hecho noticioso, simplemente, con tener sentido común y tener las facilidades de redactar, de informar; plantearte el deber y el objetivo de decir un suceso como realmente es, un abogado lo podría desempeñar, de igual manera un economista, hasta un ingeniero, un médico. Entonces, es la única carrera, quizá, donde no hay necesidad de haber estudiado periodismo para que tú te puedas desempeñar en ella. El periodismo es muy amplio. Yo creo que no se especializa. Este se desarrolla de acuerdo a la rama en que tú te puedes desempeñar en el momento, de acuerdo a la coyuntura. Si bien hay periodismo político, económico, cultural, de espectáculos, deportivo, te desempeñas en alguno de ellos porque te gusta y de acuerdo a como a como tú puedes desempeñarte y desarrollarlo durante el tiempo, te especializas, te acostumbras a desarrollar ese ámbito, pero realmente no hay ninguna institución o universidad que te diga “te especializas en periodismo de política” por ejemplo.

Cuando dices que cualquiera puede desempeñarse en el periodismo, ¿qué es lo que diferencia a los periodistas de los profesionales especialistas?
Este tipo de “periodistas”, más adelante, podrían tener algunos inconvenientes ¿en qué sentido? En el que el periodista se puede avalar en tener un cartón de haber estudiado esta profesión y puedes tener un sustento más válido porque ha estudiado la carrera. Es decir, yo soy periodista objetivo y hablo de estos hechos que se han suscitado y nadie me puede refutar porque tú estudiaste la carrera. En cambio, si me viene a hablar un empírico que puede desarrollar los 5 puntos de la pirámide invertida, por sentido común, los van a respetar, pero pueden refutarle su opinión, su modo de desarrollar la noticia porque existe el “tú no eres nadie, cómo desarrollas así un suceso, quién te avala” y él dirá “tengo la experiencia necesaria…”
Yo creo que esta carrera la puede desempeñar cualquiera que tenga sentido común y conozca la realidad nacional.

Cuéntame, ¿cuál es tu rol en Enemigos íntimos?
Actualmente soy periodista de televisión. En mi trabajo realizo reportajes, yo me puedo desempeñar en abordar temas políticos, culturales, faranduleros, deportivos, el puesto en el que estoy ahora tiene un campo de trabajo que es muy amplio, lo que no sucedía con Magaly. Yo me desenvolvía en ese medio no porque yo quería, sino porque el programa pedía que simplemente labore en todo lo que tenía que ver con periodismo de espectáculos. Pero en esta nueva faceta el horizonte es más amplio, como te repito, hoy voy a hacer un reportaje político, mañana uno económico y pasado mañana uno de deportes.

Es la facilidad que te da el medio en el que ahora trabajas
Claro, este es un programa que tiene el formato de un magazine porque realiza reportajes de ocho a diez minutos. No es un programa de corte político o deportivo al 100% es lo que se llama un magazine miselania. Este tipo de programas normalmente los puedes encontrar los domingos, con reportajes de todo ámbito.

Si tú puedes desarrollar un tema de cualquier tipo, entonces ¿debes documentarte de acuerdo a la coyuntura?
En estos momentos mi trabajo es variado, yo puedo desarrollar un tema, digamos policiales, el caso de Myriam Fefer. Lo básico es que yo tengo que empaparme de toda la información que pueda contar cómo sucedieron los hechos y de allí plasmarlo en comparación a lo que ocurre actualmente. Eva está procesada y está interna en el penal Santa Mónica, entonces no tienes la necesidad de ser un experto en casos policiales para desarrollar la noticia. Tú como periodista tienes las bases necesarias para desarrollar un hecho noticioso de este y cualquier tipo. Lo importante es ser objetivo. Primero indagas ¿qué pasó antes?, ¿quiénes son los personajes?, ¿cómo sucedieron las cosas?, ¿dónde la asesinaron?, ¿cuándo sucedió? Reuniendo esta información, tú tienes prácticamente el 80% para cumplir tu objetivo que es hacer el reportaje.
El caso del especialista en policiales; puede que este tenga mejores contactos, ya que las fuentes son imprescindibles para desarrollar cualquier tema. La diferencia con el periodista especializado en policiales es que el tiene ya el contacto en los medios necesarios: en la policía y en el juzgado, es decir, sus fuentes son más directas. En cambio, el periodista multifacético que desarrolla temas de diferentes tipos puede tener mayores dificultades en obtener la información de las fuentes porque no está perenne en dedicarse a un solo tipo de noticias.
El periodista tiene que estar capacitado en desarrollar su nota de acuerdo a lo que busca el interés del público, recurriendo al ejemplo ¿Quién mató a Myriam Fefer? El periodista multifacético va a llegar a un solo objetivo que es decirle al público quién fue el asesino. Ahora, los dos tienen maneras diferentes de encaminar los hechos. El especialista tal vez vaya primero a la policía porque allí tiene un contacto más directo que le va a facilitar la búsqueda por resolver el caso. Mientras que el periodista multifacético por la falta de experiencia en un solo tema va a investigar paso por paso, va a ser más precavido; primero se irá al juzgado, después a la policía y así recurrirá fuente por fuente.
En lo que se refiere a especialidad, se da de acuerdo a la circunstancias del medio en que te estas desenvolviendo momentáneamente. Con forme pasas tiempo en ese ámbito, adquieres más experiencia en ese rubro. Pero no lo haces porque hayas estudiado un periodismo policial sino por las circunstancias laborales. Podría ejemplificarlo con mi caso. Yo estuve casi diez años dedicándome a periodismo de espectáculos; mis compañeros del programa no tienen tanta facilidad en desarrollar una nota de espectáculos porque no poseen los contactos directos ni la experiencia al 100% en temas de farándula, tienen los conocimientos pero no toda la experiencia que yo puedo tener en ese rubro. Si me mandan a cubrir el tema de alguna vedette que quiere lanzarse a la política, para mí es más fácil porque yo puedo saber de qué pie cojea ese personaje, a diferencia del que no está experimentado en ese tema. Esto facilita mi labor.

En comparación con el periodismo escrito que trabaja por secciones ¿Este periodista se está especializando de acuerdo a la sección en la que trabaja?
Sí. El periódico se divide por secciones y el que llega a ese medio no dice “yo quiero trabajar en deportes porque sé más deportes”. No, es de acuerdo a las circunstancias de a dónde te derivan. Si te mandan a política y no sabes nada sobre ese rubro, pero conforme pasas tiempo en esa sección vas ganando la experiencia. En un futuro, para ti será más fácil si te toca cubrir un tema político. Pero eso no desmerece el objetivo de cualquier periodista que es resolver la noticia porque el procedimiento siempre es el mismo, solo se diferencia el rubro.

Si hablamos de un tema específico como economía, ¿No sería preferible que alguien especializado en el rubro desarrolle el tema?
Indudablemente, en ese rubro, un economista lo va a desempeñar mejor que un periodista por los términos técnicos, para un periodista multifacético esta parte será mucho más tediosa, porque el experto en economía conoce a fondo el tema. Mayormente en los diarios, los de la sección económica son economistas que incursionan en el periodismo. En algunos programas televisivos de economía, encuentras que los desarrollan los mismos economistas. Entonces ves que un profesional de cualquier otra carrera puede desarrollarse como periodista.
Aunque la labor periodística es recurrir a los profesionales adecuados que te puedan ayudar en el desarrollo del suceso dependiendo de su rubro. Aquí entra a tallar que el periodista tiene que ser completo, saber indagar, dónde indagar, redactar, tener coherencia, ser prudente, todos los aspectos que caracterizan un verdadero trabajo objetivo.

¿Cuáles serían las desventajas a futuro de un periodista que desenvuelve en una sola área como, por ejemplo, deportes?
El área de deportes se divide: primero, en el tipo de periodistas que trabajan allí porque las circunstancias de trabajo lo llevaron a ese puesto, el que con el tiempo habrá ganado experiencia en el área de deportes. Otro caso es que, ahora, puedes ver que en el área de deportes están incursionando ex deportistas. A esos ex deportistas que “se hacen periodistas de la noche a la mañana” se les presentarán los problemas cuando les toque desarrollar, digamos, un policial. A diferencia del periodista, que está capacitado y como lo exige su profesión, desarrolla el hábito de estar informado de todo lo que sucede, por lo menos en su país. Esta profesión exige que uno deba retroalimentarse sobre toda la información que representa la actualidad mundial o nacional; sin decir así que porque se está desarrollando un tema de medicina, el periodista vaya a tener la obligación de saber de medicina tanto como un médico.
Dejemos claro el concepto de que el buen periodista tiene que poder trabajar en todos los rubros, porque desarrollar esta capacidad es parte de su profesión.

viernes, 28 de agosto de 2009

Señora Experiencia

Hay tres cosas de las que puedo hablar en el amor. Todas forman parte de mi experiencia, como dijo el escritor Oscar Wilde “La experiencia no tiene valor ético alguno, es simplemente el nombre que le damos a nuestros errores” y en esta situación pues creo que el enunciado es más que preciso. Hace poco, poquísimo, he salido de una relación bastante corta y muy complicada. Con ella he logrado concluir el último punto del que voy a hablar en este texto, para mí es importante, espero que alguien lo considere. El pasarlo por alto trae consecuencias: buenas para la “experiencia” pero dolorosas para el corazón.

Pues comienzo ahora por el principio. Existen relaciones de todo tipo, de eso, ni hablar; pero existen muchas en el mundo en las que uno da más que el otro, un clásico ¿no? Pues hay una cosa que no se considera en ese tipo de relaciones. Nadie más que el protagonista puede describir lo bien que se siente el dar todo por su relación, nadie se ilusiona, ni disfruta más que él la dulce responsabilidad que siente al ser el encargado de mantener su amor. Esa persona se afirma dueña del mundo, pues cree tener todo listo, ya que el otro lado de la relación se limita a dejar que uno solo conduzca las situaciones. Ese es el lado aparente del romance, lo que el enamorado y el que recibe amor dejan ver. Qué felicidad abunda al generador de amor, al fabricador de situaciones románticas, más fríamente: al que ruega que lo amen. Pero ¿Qué ronda por la mente del que recibe todo este amor?, ¿Qué pasa si no da nada por conservar lo que ya tiene ganado? Esta persona se convierte en un contenedor, lo van llenando y él no hace nada por satisfacer a la otra persona, porque el otro es feliz siendo un esclavo de sí mismo. Lo que finalmente ocurrirá es que el señor contenedor se llenará y se desbordará de un amor excesivo que no buscó, se aburrirá y terminará marchándose. Por otro lado, el señor Yo y mi esclavizante amor se quedará solo y sin nadie a quien entregar todo el amor que creó, porque se ha esclavizado a una sola persona. Solo el tiempo lo curará y es más que seguro, que pasará por una etapa de búsqueda desesperada a su contenedor que decidió abandonarlo. Podemos decir ahora: no ames más de lo que aparentan amarte, no hagas más de lo que pretenden hacer por ti, no te esclavices porque al hacerlo cambias y el que se interesó en ti, dejará de verte como al inicio.

Otro caso peculiar y, a diferencia del primero, muy satírico, es el tema de los ex, sí, las exparejas. Hablaremos ahora del desgaste de una relación. Qué doloroso es pasar por ese escenario, realmente acá predomina el dicho “Más vale malo conocido que bueno por conocer”. Pues eso es lo que ronda por la mente de los que deciden volver una y otra vez con las personas con quienes aseguraron no volver jamás. Siempre tenemos un amigo o amiga que pasa por esa situación, no existe alguien que no haya visto o sido protagonista de ese masoquismo mutuo. Antes yo tenía una hipótesis, ahora se ha convertido (para mí) en una teoría digna de considerar siempre que sea necesario: No debes volver con un ex; si las cosas no funcionaron una vez, no creas que “la experiencia” los hará compatibles en una “nueva oportunidad”. Puede ser una postura un poco tajante, pero es teoría aplicable sobretodo cuando las personas ya se dieron su otra oportunidad y nuevamente se separaron. Lo que ocurre al final en este tipo de casos es que la, inicialmente, dulce relación amorosa se torna un campo de batalla, por decirlo de un modo más explícito: ¿Quién logra herir al otro primero? Y no se exagera. Cuando las cosas se han desgastado de eso modo, ya se vive en un punto en el que ambos han sufrido independientemente por la misma persona, por la misma relación de siempre. Lo más hilarante en este proceso es que nadie nota que busca herir al otro, se cree estar buscando la felicidad, se cree estar superando todas las barreras que les pone la vida, y se ignora por completo el hecho de que entran en una competencia llamada “¿Quién sale más herido?" Tener en cuenta, entonces, que no vale la pena maltratarse una y otra vez con alguien con quien antes no funcionó; sabemos, ahora, que es un juego peligroso y doloroso en el que más de uno termina lastimado.

Para terminar mi parloteo y cerrar este comentario, que más me sabe a discurso, lanzaré el tercer tema a tratar: Las personas que de un modo extraño te atraen inquietantemente. Pues es un tema muy ramificado, yo lo abordaré desde el punto que inicialmente quise mencionar, pero hago la acotación para tener en cuenta el cómo se puede llegar a estas situaciones. Lo que se quiere resaltar en este párrafo es la relación a la que yo he denominado “La relación por cucharitas” porque ese es el ritmo de su funcionamiento. Y a qué se alude con esto, pues existen situaciones dentro de los romances que son bastante fastidiosas, pero que son, digamos “pasadas por alto” por el motivo de fuerza mayor llamado amor o ilusión, dependiendo el caso. ¿Qué sucede? Nos encanta compartir momentos con esa persona, sentimos que nadie más en el mundo puede experimentar las sensaciones que pasan dichosamente por nuestras existencias, uno se siente impropio de los elementos terrenales, solo por estar junto a esa persona que se va convirtiendo en el único universo visible. El único problema con nuestro mundo para dos es que nuestra pareja no da indicios de querer mostrar lo que es fuera de la relación, o sea, estás solo con lo que él es contigo, con la imagen que posiblemente se cree para compartir contigo. Tú eres feliz, lo disfrutas y lo adoras cada vez más, pero vienen las preguntas ¿Con quién estas?, ¿realmente estas con alguien?, ¿ese alguien existe? No puedes pensar en tener una relación amorosa con alguien que, por el motivo que sea, no pretende mostrarte lo que es, porque tú si estas dispuesto a hacerlo, tú esperas con ansias el momento de entregar tu vida a esa persona y que esa persona la reconozca y adquiera como propia, pero nuevamente me refiero al súper héroe que no puede aspirar a llevar solo la relación. Cuando se presenta este caso, lo más triste es el diagnóstico: nunca pudo concretarse un amor. Y es cierto. Aunque cueste aceptarlo, no amas a alguien que nunca se dejó conocer y tú no puedes presentarte por completo ante alguien que no sabes quien es.

Son los tres casos expuestos en estas líneas, todos extraídos de la vida del autor. Se ha intentado hacer la presentación de los temas de manera que no suenen a biografía. Las líneas aspiran más a ser sustento de algún manual de relaciones amorosas, de esa peligrosa y muchas veces traicionera jungla en la que varios, casi todos los humanos, decidimos aventurarnos en algún momento de nuestras escabrosas vidas.


martes, 7 de abril de 2009

La misión del periodista -entrevista a Renato Cisneros

Al pensar en la misión del periodista recurrimos inmediatamente a la idea de informar objetivamente sobre los acontecimientos de interés público. El concepto no está errado, pero al tener una visión periodística de las cosas, debemos ir más allá, tenemos que llegar al fondo de lo ocurrido. Eso nos lleva a no quedarnos en el inmediato concepto con que asociamos la idea planteada al inicio. La labor del periodista no queda simplemente en informar de manera objetiva; tenemos una ardua labor en la que se pone a prueba nuestra capacidad para actuar subjetivamente ante la gran responsabilidad social que tenemos.


El poeta y periodista Renato Cisneros (Lima, 1976), actualmente editor de la sección Sic. del diario El Comercio, es la persona que guía mi búsqueda como estudiante en la identificación de la verdadera misión del comunicador social y la ventana para observar el trabajo periodístico desde el interior de su mundo laboral.

¿Cuál consideras que es la misión del periodista frente a la sociedad?
Considerando que el Internet ha dinamizado tanto el acceso a la información, de manera que cada ciudadano puede recurrir por sí mismo a una agenda informativa y proveerse de lo insumos que antes eran patrimonio exclusivo de los periodistas, nuestra misión va mucho más allá de solo informar, eso tiene que ver con interpretar la realidad. Eso es algo que los ciudadanos no pueden hacer porque carecen del tiempo necesario. En una oficina se pueden chequear siete u ocho sitios Web al día, y se recurre al portal que más les convenza, pero dentro de la tarea laboral no se incluye la tarea de interpretar la información obtenida.
Es allí donde prima la labor del periodista, en interpretar y además expresar al lector, televidente u oyente una postura, ya que un buen periodismo es el periodismo propositito, que no se queda en la objetividad, sino que también ofrece un punto de vista, que pueda persuadir al lector a partir de la previa interpretación de los hechos.

Y si la labor también es subjetiva, ¿De qué forma podemos informar sin que nuestro punto de vista influya en lo que vamos a publicar?
Yo tengo un gran prejuicio, no creo en la objetividad. Yo creo en el balance y en el equilibrio. La objetividad la relaciono más con una actividad robótica totalmente desvinculada de lo sensorial, porque desde que nos vinculamos con el hecho, desde que se pone la cámara en determinado punto de vista, desde que elijes un temario de preguntas para una entrevista, desde que elijes una fuente y no otra, desde que discriminas entre en a quien entrevistar y a quien no, ya estas usando una ruta subjetiva, entonces el tema de la objetividad es un engaña muchachos que no relaciono con la práctica periodística.
Claro que como periodista debes actuar en base a una ética formada, en base a saber ganar la credibilidad, porque la gente le va ha creer a los periodistas que interpreten el mundo siempre y cuando actúen con una base, tengan una postura confiable y así se puedan ganar el prestigio y reconocimiento.

Cuando se menciona que nosotros transmitimos noticias de interés público ¿Qué es el interés público si la gente no tiene formada una cultura que lo lleve a informarse de los temas adecuados?
Más que depender de los periodistas, esto debería responderlo el mismo medio, porque cada medio trabaja una agenda en función de sus convicciones de lo que es la información pública y también de sus convicciones comerciales. Es decir que para un periódico tabloide, sus principios rectores, su ética y su idea de lo que es importante para la gente pasa por lo sensacional, lo amarillo, lo morboso, y no es cuestión de determinar si eso está mal o bien, es una determinada manera de enfocar el oficio.
Para otros medios que son más conservadores como El Comercio, su concepto de información pública va por otro camino, sin que esto lo desvincule del factor ético y comercial que define la política de cada medio.

En el caso e que la información que posees sea de mucha importancia, pero esta afecte al medio de comunicación para el que tú trabajas, ¿Cuál es la decisión a tomar?
Ese es un romanticismo digno de mejor causa. Si realmente tienes una información que puede afectar al medio en el que trabajas, la puedes negociar con tu editor, pero más temprano que tarde terminas cayendo en la autocensura, porque siempre se va ha imponer la lógica del medio ante la independencia del redactor o reportero.
Ese es un tema que nos inquieta mucho cuando estamos en la facultad ¿cómo reaccionar ante una presión publicitaria, política o comercial? En la práctica te das cuenta de que toda esa teoría de principios que nos dice que uno debe imponer su criterio, a la larga termina siendo difícil que luches por una convicción, al final se termina imponiendo la lógica del medio.

Actuamos con responsabilidad social ¿Qué hacer cuando se ven enfrentadas nuestra labor como periodistas y nuestra conciencia moral?
Definitivamente terminan imperando los escrúpulos de cada uno, hay gente absolutamente inescrupulosa que por una portada o una exclusiva hace una labor carroñera y no les interesa que alguien se pueda ver afectado en términos humanos si es que ese material le va ha aportar una satisfacción profesional, y satisfacción entre comillas porque influirá después la conciencia, la moral.
También hay los que prefieren tener sus valores y principios inmaculados muy al margen de su carrera y su profesión, aunque eso tiene que ver con los escrúpulos de cada uno. En realidad importa mucho el cómo reacciones momento. Se puede teorizar mucho al respecto pero nadie sabe cómo vas a reaccionar hasta que tienes a una persona muerta o alguien agonizando al frente y en tus manos portas una cámara. Sabes que esa foto te puede generar un reconocimiento, o en el caso de ayudarla, se genera una satisfacción menos publicitaria pero más personal.

Una noticia puede no ser del todo cierta porque en ella influye la falta de tiempo, la presión del medio de comunicación y hasta la misma competencia, entonces ¿Cuál es la importancia de la primicia?
El sentido de la primicia lo determinan los medios más que los públicos. La gente asume las primicias porque son los medios de comunicación los que dicen “tenemos una primicia”. Por eso yo creo en la agenda privada de los medios. En la agenda común se ve a todos los periodistas detrás del mismo ministro o detrás del mismo actor, y allí surge el convertir en primicia una declaración. Las declaraciones se convierten en noticias con una facilidad realmente intimidante, existe una suerte de fascinación por la declaración como si ella en sí misma fuera la noticia.
Por eso me parece más serio el trabajo de los medios de comunicación que apuestan por una agenda privada. Buscar sus propios temas y desarrollarlos, y sin tener la espectacularidad de la primicia, sacar una noticia que sea de impacto y está conectada con la gente. Porque generalmente las primicias, las calentitas, esas noticias de último minuto por las que los medios pelean, son muchas veces un rumor que se agotan rápidamente, mientras que las de agenda privada pueden ser primicias menos espectaculares pero más útiles.

Como periodistas ¿Qué criterios debemos manejar para designar si un hecho es noticiosos o no?
Parte de la espectacularidad, la colectividad a la que afecta o a su novedad. Se pueden encontrar muchos criterios para la designación de lo periodístico o no, pero en el día a día lo que más importa es la dimensión del hecho y a cuánta gente afecta. Para mí es fundamental trabajar en base a esos criterios. Debemos saber a cuántas personas le importa y cuántos se involucran en el suceso, como en el caso de las revisiones técnicas. Si ocurriera alguna novedad en torno a ese tema, ese sería un hecho de mayor peso noticioso aun que cualquier otro tema político, porque el primero es un tema social de mayor impacto en la población, mientras que el segundo, pese a ser un tema de importancia nacional, puede verse depreciado con el paso de los días.
SIC.
Si bien el oficio del periodista está en riesgo, porque hoy todos somos un poco periodistas de nosotros mismos gracias a la facilidad del acceso a la información, lo que hace importante nuestra tarea es la capacidad del contraste, interpretación y la cronología para relacionar el pasado reciente con lo actual. >>Renato Cisneros.

sábado, 4 de abril de 2009

Que tal manera de babear

No exagero cuando digo que babeo, la verdad es que lo hago, y lo hago mucho. El problema es que no lo digo por mi baboseo mientras duermo, lo digo por el estado de enamoramiento y estupidez en el que puedo estar cayendo.

Hace menos de un año conocí a un chico por Hi5 y me pidió la dirección de mi correo electrónico, al comienzo lo acepté en el Messenger porque lo confundí con un chico de mi colegio, al hablar con él noté que no lo era, pero no lo borré de mis contactos porque no parecía ser una mala persona o uno de esos pervertidos que navegan por Internet. Así comencé a conocerlo y poco a poco fui conociendo su historia.

Mentiría si cuento cómo sucedió, porque no sé cómo. Un día nos convertimos en “ciber-novios” vale aclarar que no era una de esas “relaciones calientes” que suelen darse en Internet. Era algo muy diferente, sólo llegábamos al “hola ciber”, “chau ciber”, “no me engañes ciber” y el resto eran amplias conversaciones en que nos íbamos conociendo.

Esto del ciber me parecía una historia chistosísima y el juego más divertido en el que había participado. Todo era una travesura, no existían reales compromisos o reales sentimientos, ni siquiera lo veía, a pesar de que vivimos en la misma ciudad. Yo supe de su ex, de cuánto la quiso y de los viajes que hacía solo por ir a verla. Eso me iba agradando porque la verdad es que el amor (mientras no tenga nada que ver conmigo) me encanta y me alegra.

Un día, después de muchas veces de quedar en encontrarnos, lo vi. Fue una tarde de Noviembre en el Parque Quénedi, conversamos mucho y lo observé mucho también, era la primera vez que lo tenía frente a frete y no sé porque el ir a verlo me tenía un poco intranquila. Esos momentos de verlo quedaron en mi recuerdo, a los pocos días de eso supe que él estaba por regresar con su ex, no me sorprendía, yo sabía por su modo de hablar que aún la quería.

No volví a hablarle hasta después de un mes y medio (aproximadamente) me sentía engañada, aunque no lo estaba. Al parecer tomé muy enserio la ciber-relación, siempre fue una fantasía, yo era conciente de ello, pero aparentemente mi interior se vio afectado. Después de volver a hablarle, comencé a hacerme su amiga, necesitaba saber todo lo que acontecía con su ex. Supe después que dejaron las cosas en nada, su reconciliación no llegó a más. Sin darme cuenta, yo fui ocupando lentamente mi lugar original. Hablábamos mucho como en las primeras ocasiones y mi existencia comenzó a necesitarlo. He llegado al extremo de no poder vivir sin saber de su vida, como si fuera la mia. Lo quiero y no me agrada querer a alguien que no conozco, a alguien que naturalmente no me quiere.

Lo pesado de esta etapa, porque sé que lo es, radica en el malestar que me causa esta “relación”. A veces pienso que mi ciber-novio es una persona demasiado egoísta, soy depresiva, y él conoce de mis depresiones, pero continúa conmigo. Hace poco lo vi, una tarde de Marzo. Estaba despeinado, como siempre sé que lo está, y yo sentí gran emoción al observarlo directamente una vez más, tuve tantas ganas de besarlo, que no pude ni intentarlo. Conversamos mucho y así como vino se fue.

Algo que odio de él es su preferencia absoluta por sus patas. Los ama ante todo y dejaría cualquier cosa por ellos, incluyendo una relación sentimental. Desde hace poco estoy tratando de adaptarme a ello, cada vez que los menciona le digo “que chévere”, “ah ya, salúdalos” y busco acomodarme entre un mundo totalmente ajeno a mi.

He concluido que no quiero verlo más, no quiero saber más de él. Esta situación me está enfermando y alejando de la realidad. Sé que lo mejor es no verlo más, lo único que debo hacer es eliminarlo del Messenger, borrarlo de mis contactos del celular y se acabó la historia, pero es lo más difícil que puedo pretender hacer. No puedo concebir la idea de desaparecerlo de mis días, estoy concientemente atada a su vida y esta relación no tiene señales de terminar. Acabo de ofrecerle un par de hamsters que nacieron de la parejita que tengo, eso implica volverlo a ver. Seguramente es una táctica inconciente para verlo otra vez, ya ni sé lo que planeo o no. Creo que debo conseguir un balde para babear en él mientras pienso en el día en que pueda tener un novio real.

sábado, 21 de marzo de 2009

Aprendió a caminar y hoy no se detiene

Nos remontamos al siglo XV. Más específicamente, vamos al 4 de Noviembre de 1492 en la isla de Cuba. Pensemos en los nativos de la época, en sus costumbres autóctonas, en sus creencias y ¿por qué no? En sus rituales.
Muchos sabemos que el 12 de Octubre de 1492 Cristóbal Colón descubrió América. Un dato no muy importante en estos momentos. Pero mencionemos el hecho y profundicemos un poco en la época. Si bien se descubrió el Continente Americano, en el proceso se pudo manifestar valor agregado. Hablemos de las costumbres, vale decir, la cultura que se descubrió.
Justamente se ha mencionado el 4 de Noviembre de 1492 ya que fue ese día en que Cristóbal Colón, aparte de ya haber descubierto América, descubre el tabaco. Llegó a la isla de Cuba y vio indios, entre hombres y mujeres, que sostenían en sus manos unos troncos con los que prendían unas hierbas. Observó que se hacía un tubo con las extrañas plantas, las prendían por un extremo y las fumaban por el otro. Raramente, al echar por la boca el humo aspirado, este era ahumado por sus cuerpos como una especie de ritual, más bien, era considerado como una hierba con propiedades curativas.

Ya mencionada la primera reseña histórica de Nicotina Tabacum, para conocer su nombre científico; pensemos ahora en su expansión. Sabemos que no permanece en una isla, no quedó en parte de un simple ritual. El tabaco tuvo un proceso, su nicotina se apoderó de las personas y fue difundido por el mundo.

Esta semilla llega a España en 1510 por Francisco Hernández Boncalo. Él la sembró en los alrededores de Toledo, en unas tierras llamadas cigarrales, llamadas así porque eran invadidas por plagas de cigarras. Curiosamente se cree que de este hecho provenga el nombre Cigarro. Por otra parte, en 1560 la planta llega a Francia por Jean Nicot. De donde esta adquiere su nombre genérico Nicotina.

Así se fue difundiendo rápidamente, como una plaga, por Europa y Rusia, y en el siglo XVII llegó a China y Japón. Fue cambiando la visión curativa del tabaco y comenzó a observarse como fuente de ingresos para los gobiernos. En 1611 España e Inglaterra introdujeron los impuestos por tabaco. En la sociedad inglesa llegó a convertirse en un hábito entre las personas, hasta los niños cargaban con una pipa en la maleta.

Si bien, a partir de 1881, lo que promueve la producción industrial del tabaco, es la máquina para hacer cigarrillos de James Bonsack. También da inicio a su distribución por todo el mundo, en especial en los países de mayor nivel económico. Recién en 1954 se da a conocer científicamente que el consumo del tabaco no es un hábito sino una adicción causada por la nicotina y se puede afirmar que por ver al cigarro como una costumbre se estaba causando el aumento de cáncer al pulmón.

Ahora miremos el presente. A pesar de descubrir que la nicotina es una droga, hoy el tabaco se ha llegado a difundir por todo el mundo. El consumidor llega a buscar desesperadamente al cigarro. Por parte del tabaco, este se presenta en variadas formas como cigarrillos, puros, rapé que es tabaco muy triturado para personas que lo inhalan, hasta existe el tabaco masticable, al que se le da un sabor dulce agregándole miel. O sea que el tabaco está al alcance de todos y es una “droga social”. Aunque se comiencen a tomar medidas para evitar su consumo, con el proceso de expansión que ha tenido en el mercado será difícil sacarlo de él.

domingo, 15 de marzo de 2009

El alcohol y sus gajes

Ayer salí a una reunión. Fui con Renato, un amigo que desde hace mucho tiempo no me ve como amiga. La verdad a mi me gusta físicamente –no puedo negarlo- pero le faltan cosas, el físico no lo es todo. Aunque no pretendo hablar sobre eso en este momento.

Como en toda reunión de jóvenes había alcohol de por medio. Es como si el alcohol fuera el motor de la diversión. Mi querido Joaquín Sabina dijo una vez “una buena copa de alcohol suelta la lengua”. Indirectamente yo también me uno a esa teoría porque también empiezo a tomar con un estado de ánimo medio y termino feliz, hablando hasta demás, ya no sé si es por mí misma o por lo picada que puedo estar.

Ayer todos tomaban. El amigo de Renato, Giancarlo, no estaba tomando mucho, lo escuché decir repetidas veces “nada brother, yo tomo chela, ni fregando le meto wisky” y prácticamente solo había wisky y ron. Una de las chicas con las que estuve conversando se llama Nataly y fue muy agradable conmigo, ella fue un espectáculo. Renato me dijo muchas veces “ella es un brother más” lo que me parece muy gracioso porque yo también soy “un brother más” con un grupo de amigos del barrio y ser considerada de esa manera es bueno cuando las personas que te rodean son realmente amigos.

Ahora sí puedo contar lo sucedido. Más o menos a las 2am quise entrar a la cocina para servirme un vaso de wisky y me encontré con la escena de Nataly y Giancarlo besándose al lado del refrigerador, los dos estaban tan concentrados que ni notaron mi presencia. Yo salí demasiado ahogada por la risa y le conté a Renato, su respuesta fue “ah sí pes esos weones siempre terminan agarrando” y mi risa se fue haciendo poco a poco injustificada. Al rato ví que salieron de la cocina como si nada, bromeando entre ellos y hablando con diferentes personas. Ellos seguían siendo amigos y ella seguía siendo “un brother más”.

Según mis recuerdos, a las 3am, cuando se habían ido todos los integrantes de la reunión y solo quedábamos Renato, Giancarlo, Nataly, Merlin (un chico que me preguntó mi nombre 4 veces) y yo, noté que Merlin perseguía a Nataly por todos lados y era una escena tan cómica: ella caminaba rápido como huyendo mientras él iba tras ella. Nataly decía “vete Merlin no quiero nada” a él no lo escuchaba decir nada, solo corria. Renato me contó que a Merlin le gusta la hermana de Giancarlo, Fiorella, y que él había llegado a ese estado porque ella se había ido a una fiesta a la 1am.

La escena de persecución continuaba y yo decidí ir al baño, cuando salí vi que Giancarlo jalaba a Nataly y Renato a Merlin, lo que pasaba era que se estaban besando; yo me acerqué para ver si podía hacer algo y Renato me dijo “no Isa, Nataly se va ha achorar” eso me causó gracia a la vez que me intimidó. Yo solo me acerqué a la mesa mientras intentaba relacionar todo lo que había visto: Nataly se estuvo besando con Giancarlo en la cocina, luego vi a Giancarlo conversado muy amenamente con unas chicas que llegaron con su hermano, no mencioné ese detalle porque solo fue una conversación, no observé situaciones fuera del normal intercambio de palabras. Después veo a Nataly besándose con Merlin. No entendía nada. Cuando me senté en una silla al lado de la mesa levanté la mirada para volver a la historia y veo a Giancarlo que cargó a Nataly y la metió a su cuarto, claro que para llevarla hizo un gran esfuerzo, porque ella forcejeaba mientras llamaba a Merlin.

La verdad es que lo último que vi terminó por desconcertarme, ya no quería darme más explicaciones, todo era tan confuso en ese momento. Yo también estaba bajo el efecto del alcohol y mi capacidad de razonar era atenuada por sus efectos. Yo continuaba sentada en la silla y Renato despidió a Merlin, no tengo ni idea de cómo habrá llegado a su casa ni de dónde vivirá. Luego le dije a Renato que era hora de irme y él me acompaño hasta mi casa, eso me agrada de salir con él. Estando en mis territorios, como suele sucederme siempre después de tomar, moría de hambre. Comí un pan con hot-dog y huevo, tomé mucha agua y pude descansar de lo consumido en la noche.

sábado, 14 de marzo de 2009

De vuelta a la facu

Acabo de iniciar mis clases en la universidad, entro a V ciclo. Para este semestre, la facultad tenía una gran sorpresa para todos los estudiantes. Nos han cambiado la currícula, algo que me parece muy bueno y necesario, porque los conocimientos se deben actualizar.

Me debo poner en caso de la alumna que agradece estar en una universidad que desea ir progresando, pero también debo evaluar la situación desde mi caso. Sucede que la currícula nueva será aplicada a todos los ciclos. Para la universidad no existirá más la maya antigua, lo que significa que los cursos que llevé y no figuran más, fueron créditos en vano, y los que recién figuran en la currícula, debo llevarlos así sean dictados en primer ciclo. No es difícil imaginar que mi V ciclo regular ya no es tan regular como debería serlo.

Este ciclo llevo:

- Estrategias para el aprendizaje y la comunicación I ciclo
- Formulación y evaluación de proyectos III ciclo
- Evaluación del lenguaje IV ciclo
- Producción Televisiva I IV ciclo
- Animación digital V ciclo
- Ética del comunicador social V ciclo
- Historia del periodismo en el Perú I V ciclo

Este es mi gran horario, pero no voy a omitir que la universidad sí me ayudó en una parte (después de causarnos los problemas), pues no es permitido llevar más de 22 créditos por ciclo regular y en vista de los aprietos por los que tendremos que pasar los próximos años (la carrera se nos ha alargado) la facultad me ha permitido matricularme en 24 créditos sin un pago adicional por ellos.

Ahora llevo un horario muy flexible (por calificarlo de alguna manera). No puedo negar que el hecho de ir desde la mañana hasta la noche a la universidad ha sido decisión propia, porque también se llegó a un acuerdo con la oficina de DEScoordinación, y los cursos impartidos en la mañana (porque hasta IV ciclo se estudia en la mañana) serán dictados en la tarde, y se han organizado de tal manera que no se crucen con los cursos que se llevan de V.

Lo lógico es que me matricule en ese horario, estuve muy tentada de hacerlo, pero terminé por seguir en la mañana y en la noche. Esa decisión la tomé porque mi ciclo está formado por un gran grupo de estudiantes, entre los cuales he sabido rescatar qué tipo de personas son cada uno de ellos, para nada discuto sus formas de ver la carrera, simplemente eso me ha servido para formar un grupo de amigos sólido y con intereses en común (personas con quienes se puede trabajar imparcial y objetivamente). Por esa razón seguí estudiando en el horario lleno de huecos en las horas, nos hemos quedado con Carlos, un amigo que por cuestiones de trabajo necesita estar en ese horario.

Ya llevo una semana en este nuevo ciclo, no me ha ido tan mal como esperaba, los profesores que dictan los cursos de la mañana son muy buenos, el ciclo promete estar lleno de movimiento y conocimiento. Lo único que se podría lamentar es que el miércoles sufrí de un dolor terrible en la zona de la clavícula derecha, creo que fue por el peso de cargar con mi par de cuadernos, obviamente -como toda mujer- es inevitable llevar un peine, una colonia, mi toalla y un cepillo de dientes (porque almuerzo en a universidad), aparte de eso, llevar mis alimentos en un envase conservador de alimentos, porque mi presupuesto de universitaria no da para comprar un menú en la facultad. Pero ese problema lo solucioné llevando mis cosas en una mochila, gracias a esa idea no tuve más problemas con mi maltratada clavícula y pude terminar la semana con vida.